Como empresario, ¿alguna vez te has preguntado la diferencia que existe entre las pymes que tienen éxito y el resto?
En este artículo vamos a bucear en los entresijos de las empresas con las que trabajamos la consultoría y descubriremos algunos puntos con los que puedes desbloquear el potencial oculto de tu empresa.
Es una realidad. Dirigir una empresa, un negocio que ha crecido y ha cogido cierta envergadura no es una tarea sencilla y son muchos los empresarios que en algún momento se sienten desbordados o no tienen claro por donde han de ir los siguientes pasos.
En el artículo intentaremos enumerar los desafíos más importantes a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas y al final de este podrás descubrir porqué las hay que tienen éxito y otras, en cambio, no.
Los recursos son limitados, tanto financieros como humanos y querer competir con otras empresas con mayor envergadura y recursos, se visualiza como una quimera, pero, por otro lado, la pyme tiene “mejor cintura”, una agilidad o capacidad de adaptación más eficiente, que bien trabajada, diseñada y estructurada, con acceso a las herramientas tecnológicas que le permitan optimizar sus limitados recursos, dará un paso adelante y de una desventaja, obtendrá una virtud.
Lo mismo ocurre con la financiación, hemos hablado de ella en diferentes artículos, por ejemplo, ¿Cuánto dinero necesita mi negocio? Acceder a financiación externa y que nos permita ser competitivos en un mercado exigente, nos dotará de un pulmón que nos ha de servir para crecer y mejorar nuestros procesos. Comparado con una gran empresa, las pymes parten con desventaja y les es más complicado el acceso, pero hay diferentes opciones y alternativas en el mercado con instrumentos en forma de ayudas para la financiación, aunque muchos de ellos son desconocidos por los responsables de la pequeña y mediana empresa.
La pequeña y mediana empresa parte en desventaja cuando se quiere medir en competitividad con las de mayor envergadura. Su capacidad de obtener ventaja en el mercado reduciendo sus costes, aumentando su producción, mejorando la imagen de marca y los servicios de atención o la calidad de los productos, es inferior.
Pero no solamente es importante la financiación, que funciona como palanca impulsora, junto a ella está la capacidad de competir. Una vez disponemos de la ayuda, no podemos obviar la importancia de disponer de un plan estratégico y competitivo. Un plan bien diseñado y no limitarlo a la inversión en nueva maquinaria, permitirá que la empresa obtenga una ventaja sostenible sobre la competencia y mejorará la eficiencia mientras que quizás otras empresas se vean envueltas en la lucha por sobrevivir. Pero no bastará con disponer de una única ventaja competitiva, será necesario dibujar un plan de desarrollo, innovación y crecimiento.
La digitalización no es un concepto de nuevo cuño. Las empresas hace años que dieron el paso y mejoraron tecnológicamente sus procesos. El tejido empresarial se moderniza y se adapta a los nuevos tiempos y a los nuevos hábitos de consumo y producción. No es necesario mirar a la cima de la montaña e invertir en la más avanzada tecnología e inteligencia artificial, pero sí será de vital importancia, si es que no lo hemos realizado ya, invertir en las herramientas tecnológicas que nos faciliten los procesos y mejoren nuestra eficiencia.
En el mercado hay numerosas y diferentes alternativas, con mayor y menor curva de aprendizaje y monto de inversión. Abordar este proyecto de manera estructurada nos permitirá apostar inteligentemente y no ser víctimas de soluciones digitales que nos generarán una inversión deficiente a corto y largo plazo.
Es una de las quejas más frecuentes de los empresarios de la pequeña y mediana empresa. Encontrar personal cualificado y retener ese talento. Las grandes empresas resultan una competencia inalcanzable en este sentido. Ellas pueden ofrecer propuestas con mayores beneficios y ventajas que resulten más atractivas a los empleados. Nuevamente, la pyme ha de competir en desigualdad, pero tiene sus propias armas que deberá utilizar con habilidad.
Definir los roles y la responsabilidad de los empleados, no solamente de los actuales en plantilla, elaborar una descripción clara y precisa del puesto, nos ayudará a encontrar al mejor candidato.
Cuidar la cultura empresarial de la empresa. Dar oportunidades de desarrollo y crecimiento a los empleados promoviendo ejercicios de transparencia y haciéndolos partícipes de los éxitos, una pyme tiene un carácter familiar frente al carácter aséptico de una corporación mayor.
Aunque generalizar nunca es una buena práctica, con la experiencia de más de 20 años trabajando y acompañando a los empresarios, podemos asegurar que gran parte del éxito reside en la capacidad de aprovechar la experiencia en la consultoría empresarial.
La consultoría que realizamos en Iberdac ayuda a las PYMES a navegar en estos desafíos y desbloquear todo su potencial. Nuestros analistas y consultores empresariales aportan una gran riqueza de conocimientos y experiencia que permiten desarrollar estrategias personalizadas adaptadas a las necesidades específicas de cada empresa.
Al implementar las mejores prácticas de la industria y la comprensión profunda de la dinámica del mercado, ayudamos a las pymes a aumentar la eficiencia operacional y reducir los costes.
Si deseas tener una primera toma de contacto con nosotros y que podamos mostrarte en qué podemos mejorar tu empresa, ponte en contacto y estaremos encantados de estudiar tu caso.