Hay diferentes métodos para realizar la valoración de una empresa. En el artículo, hablaremos del método de valoración contable, centrado en la parte financiera.
Una de las clasificaciones principales que podríamos hacer entre los métodos de valoración de empresas más extendidos podría ser:
Se hace evidente que ambas cosas son importantes a la hora de valorar una organización. No valdrán lo mismo dos empresas con cuentas de explotación semejantes si su situación patrimonial es distinta, ni dos empresas con el mismo patrimonio valdrán lo mismo si sus proyectos, o negocios, generan beneficios claramente diferenciados, o si sus perspectivas de futuro son distintas.
Tampoco mantendrán la misma valoración proyectos empresariales de distintos sectores, actividades, en distintas etapas del ciclo de vida (start up, empresas consolidadas, etc), nivel de crecimiento, madurez o solvencia.
En este artículo vamos a centrar nuestra atención en el método de valoración contable, metodología de valoración que centra su atención a la parte financiera de los estados contables de la empresa, específicamente en el balance.
Podríamos considerar al balance como una foto de un momento determinado de la situación patrimonial de una persona, empresario, organización o empresa. Esa situación patrimonial tendrá tres magnitudes básicas:
Esta simple estructura es el fundamento principal del balance de cualquier empresa y el patrimonio neto, el reflejo del valor contable de la compañía.
Efectivamente, el balance de una empresa mantiene una dificultad superior a la expuesta en el punto anterior y tiene una estructura propia que combina tres segmentaciones principales:
Tras estos 3 criterios de segmentación simples, se define la estructura de un balance de una empresa y sus ACTIVOS, PASIVOS y PATRIMONIO (valor contable de la empresa o saldo que quedaría tras realizar todos los activos y atender todos los pasivos):
El balance de muchas empresas no sirve para determinar el valor real de una compañía porque, en demasiadas ocasiones, estos estados contables no reflejan el valor real de las cosas o, incluso, hay hechos económicos, activos y pasivos que no se registran de manera sistemática. Pongamos algunos ejemplos de los hechos y circunstancias que pueden provocar estas diferencias:
La fórmula que se aplica para llegar a esta valoración más próxima a la situación patrimonial real es:
A la hora de valorar su empresa no se conforme con un único método de valoración. Tanto el valor contable, como el valor ajustado u otros que iremos analizando en próximos artículos tienen sus lagunas y limitaciones, por lo que normalmente, el valor más ajustado en una transacción de esta naturaleza, lo componen conclusiones que se extraen de varios de los modelos que iremos compartiendo en el Blog de Iberdac. ¡No se lo pierda!
Reflexionar sobre los distintos métodos de valoración le puede ayudar a valorar decisiones que tomará en el futuro o estar más alerta de riesgos, amenazas y oportunidades que pueden afectar de manera clara el valor de su empresa en el medio y largo plazo.