¿Conoces a tu competencia?, ¿Qué sabes de tus competidores?, ¿Quiénes compiten contigo? Como propietario de una pequeña o mediana empresa, ¿Cuánto sabes de de aquellos que están compitiendo contigo? No recuerdo a un empresario que me haya dicho “debo conocer mejor mi empresa y tengo que investigar a mi competencia”. ¿Te lo has planteado lo suficiente?
Cuando un empresario te habla de sus competidores, normalmente se produce un efecto que se repite en todos los casos, “mi competencia es mala, sólo quiere hundirme”, pero nadie me ha llegado a decir los puntos fuertes que tienen sus competidores y que a él le faltan.
Muy pocos pequeños empresarios se han planteado ¿Qué puedo hacer?, porque el principio fundamental ha sido, es y será, luchar con su competidor.
Hace mucho tiempo, pude leer un libro que es mundialmente conocido “el arte de la guerra”, y uno de los principios que manifiesta es “no luches con tu enemigo si no lo conoces y conócete a ti mismo”.
Las pequeñas empresas marcan sus acciones con los competidores bajo datos subjetivos más que objetivos, es decir, “han oído, me han dicho, se rumorea que…”; no me he encontrado un informe objetivo de ninguna pequeña empresa respecto a sus competidores, donde manifiesten los aspectos más destacables, así como en cuales son mejores o peores que ellos.
¿Por qué los empresarios toman decisiones estratégicas del negocio sin conocer a sus competidores? Esto sólo nos puede llevar al fracaso. Considero que es clave que toda organización conozca a su competencia, sea directa, indirecta o potencial. Es clave que destine unos recursos en su empresa para ello y pocas encontramos con medios destinados a tal fin.
El empresario de una pyme se enfrenta a numerosos retos, en un artículo anterior llamado "los retos de las pymes", los analizamos y también hablamos de la competencia.
Siguiendo con el tema que abordamos hoy, un momento significativo fue el vivido durante el periodo extraordinario por la COVID19. ¿Cómo lo gestionaron tus competidores?, ¿Cómo lo gestionaste tú? Muchas empresas lo vivieron como una tregua en la singular competencia forzada por la situación, pero pasado el revuelo pandémico, a las trincheras de nuevo. Por tanto, seamos sensatos, tengamos claro si merece la pena esa lucha o conflicto con mi competencia, igual lo que estamos haciendo es cargarnos el mercado con esa lucha que estamos llevando a cabo.
Al final, si les preguntamos a los empresarios qué hacemos con los competidores, contestan prácticamente lo mismo, “debemos eliminar a la competencia”. En muchas ocasiones, se emplean recursos en luchar por unos clientes y un mercado que tiene poco margen y por tanto un futuro incierto; si bien no nos preocupamos de ir a buscar nuevos mercados y ser los primeros. Podemos utilizar esa frase que dice “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, y eso se aplica a todas las pequeñas empresas, que prefieren entrar en un mercado maduro y luchar con muchos competidores, que buscar otro mercado con pocos competidores.
El motivo es que nos cuesta trabajar a largo plazo, somos cortoplacistas, no queremos buscar y gestionar la información que suponga un coste inicial con un retorno incierto, preferimos que otros lo hagan, “que investiguen otros”, y así nos va. Al final, muchas pequeñas empresas hacen lo que hacen los demás y no se conocen realmente ni conocen a su competencia, por tanto, gestionemos la información de manera adecuada para poder trabajar de manera eficiente con los competidores.
Las empresas se diferencian de la competencia principalmente por el equipo de personas que disponen. Esto es una obviedad, sí. Muchos empresarios piensan que el elemento diferenciador, lo que los hace diferentes es su exclusivo y único producto o servicio. ¿Es realmente así?, ¿Es un mito o una realidad?, ¿Qué es lo que nos diferencia de nuestra competencia?
En muchas ocasiones nos encontramos que el empresario cree que lo que le diferencia en el mercado son sus productos, la calidad, el diseño, la marca, el servicio al cliente, el servicio postventa, la capacidad de innovar nuevos productos, la tecnología, además de la política de precios, o aquellos que se sostienen en la oferta de servicios, por tanto, intangibles, en el diseño de su comunicación.
Todo ello es cierto, pero en realidad son las personas, el equipo humano que compone esa estructura organizativa, la que deberá llevar a cabo las labores que satisfagan finalmente al cliente.
Probablemente un buen número de empresas están ante un problema con el personal, con resultados impredecibles, ¡¡Houston, tenemos un problema!!
Precisamente ese es el primer paso, definir el problema. La incertidumbre que está presente muchas veces en las empresas y en los equipos parece que llegado un momento, lleva al conformismo ante la situación puntual y a cierta pasividad. Por ello, cobra mayor importancia en las empresas la gestión de una comunicación efectiva, en la que los mensajes a transmitir deben cumplir unas condiciones, deben estar orientados al problema, deben ser honestos, descriptivos, específicos y directos. En realidad, conseguir ser realistas en nuestros comunicados, sin dramatizar y ensalzar los mensajes alentadores, es clave.
Con ello lograremos transmitir seguridad a nuestros empleados, mejorar el compromiso, reducir las incertidumbres ocasionadas por la amenaza de una posible crisis y alentar si cabe, una mayor cohesión grupal y pertenencia al grupo.
Es fundamental tiempos difíciles mostrar un liderazgo robusto al frente del timón y ello, pasa entre otras cuestiones, por una comunicación efectiva. Desde Iberdac, las medidas que impulsamos en nuestros clientes están orientadas a reforzar las competencias directivas de quienes lideran dichas organizaciones.
Hoy más que nunca los Consejos de Familia o los Comités de Dirección en las PYMES son el pilar fundamental para afrontar los momentos de incertidumbre. Las soluciones aplicadas en los clientes están fundamentadas en el refuerzo de las competencias directivas de la Gerencia o Propietario que gestiona su empresa pyme. El acompañamiento y los procesos formativos de los Comités de Dirección o Consejo de Familia pasan por ser el pilar fundamental para poder afrontar estos momentos de incertidumbre.
Si la lectura de nuestros contenidos te genera inquietudes en referencia a la gestión de tu empresa, ponte en contacto con nosotros sin ningún tipo de compromiso. Atenderemos tu caso concreto y analizaremos cómo podemos ayudarte.