El aumento de los aranceles en EUA bajo la administración de Trump marca un cambio fundamental en la economía global, impactando tanto a empresas exportadoras como a industrias internacionales. Mientras algunas empresas enfrentan riesgos significativos, otras podrían encontrar nuevas oportunidades al adaptarse a este panorama incierto. ¿La globalización tal como la conocemos podría estar llegando a su fin? La clave será la capacidad de adaptación y la competitividad.
Existe una antigua maldición china que dice: "que vivas tiempos interesantes". Y, ciertamente, estamos viviendo una época en la que, si no es una pandemia, es una guerra real, y si no, una guerra comercial. Ante este escenario cambiante, la adaptación resulta imprescindible.
Comentemos el incremento de aranceles en el mercado norteamericano. En cierta forma, los aranceles americanos pueden ser vistos como una continuación de otro movimiento sísmico importante, el Brexit, el cual ya dificultó la venta de productos europeos en el Reino Unido. Respecto al caso americano, la situación no está aún en absoluto definida, y hay que esperar una etapa inestable, con muchos cambios en la economía real que también afectarán más o menos a los tipos de cambio, tipos de interés y a los mercados financieros.
Los impactos
Pero lo que sí que puede esperarse con certeza es un incremento relevante de aranceles en el mercado estadounidense. Este hecho es principalmente una amenaza para la empresa, pero es posible encontrar alguna oportunidad.
1.- Para las empresas que exportan a EUA, se producirá un encarecimiento de sus productos en el mercado final, con lo que es probable una reducción de la demanda, en función de la sensibilidad al precio de su producto. Un número considerable de empresas exportan a EUA de forma indirecta; no venden en los Estados Unidos, pero sus productos se integran en otros que sí que son vendidos en ese mercado. Estas sociedades también se verán afectadas de forma negativa.
3.- Aunque no se exporte directamente a los Estados Unidos, las empresas industriales podrán verse afectadas. Las empresas chinas y de otros países, ante las dificultades que encontrarán en el mercado americano, se volcarán en otros mercados, en Europa u otros destinos.
4.- Se producirá un aumento de la competencia en todos los mercados de exportación. Cabe esperar un incremento de competencia por el aumento de empresas chinas y de otros países que buscan compensar la pérdida del mercado americano.
¿Qué tipo de empresas se verán más afectadas?
Claramente, aquellas que producen productos con menor valor añadido y menor margen. Este tipo de producción ya estaba condenado antes de la aparición del problema actual; los aranceles en América solo acelerarán el proceso. También sufrirán más aquellas empresas que no tengan una estructura comercial propia, y que, por lo tanto, la decisión de continuar en el mercado afectado depende de un importador, el cual defiende sus propios intereses y no los de sus proveedores.
Las empresas que importan productos de los Estados Unidos pueden encontrarse con subidas de precios, especialmente en aquellos productos que incorporaban muchos componentes extranjeros.
Adicionalmente, es probable que se produzca una fragmentación de los mercados, entre el bloque americano y el chino, aunque a fecha de hoy este tema es más especulativo que no basado en hechos comprobables.
¿Qué oportunidades pueden darse?
Para empresas que ofrecen componentes con una muy buena relación calidad/precio, es una oportunidad para ofrecer su producto a fabricantes finales que necesiten reducir costes de forma urgente. Ahora es un buen momento para que los departamentos de compras introduzcan cambios.
También es probable que el empresario pueda encontrar nuevos proveedores que previamente estaban centrados en Estados Unidos y que ahora se desplazan a Europa para ofrecer sus productos. Esta oportunidad debe ser tenida en cuenta.
¿Qué otras amenazas pueden producirse?
Los tipos de cambio también se ven afectados por toda la incertidumbre creada. De momento, el dólar va a la baja, reduciendo el coste de comprar productos americanos y encareciendo la exportación.
Las trabas al comercio no favorecen el crecimiento económico. Dado el peso de la economía americana sobre el total mundial, los aranceles producirán una reducción del volumen de intercambio mundial y del ritmo de crecimiento.
Conclusión
Lo que parece muy probable es que la época de la globalización, tal como la hemos conocido, ha finalizado. Casos como el Brexit, los aranceles de Trump y otros (el desacoplamiento de Rusia respecto a Europa, por ejemplo) marcan el camino a la formación de barreras en mercados. Si bien Europa sigue siendo una apuesta segura para la expansión comercial, el empresario debe de tener en cuenta que los mercados emergentes ofrecen oportunidades de crecimiento rápido, márgenes razonables y menor competencia. Y a corto, la incertidumbre creada no favorece la inversión a largo plazo; esto afecta a la propia empresa y a sus clientes. El camino para por convivir con todos estos movimientos sísmicos es el de siempre: competitividad de producto y desarrollo comercial.
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