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Fases de un Proyecto de Consultoría

Un proyecto de consultoría de Iberdac viene siempre precedido de un análisis profundo de la empresa. En el competitivo entorno empresarial español, las PYMES deben seguir un enfoque meticuloso y profesional para mejorar su rendimiento, su eficiencia, crecimiento, etc. A continuación, describimos cómo son las fases de un proyecto de consultoría técnico y profesional realizado en Iberdac.


Las fases de un Proyecto de Consultoría

Vamos a enumerar cada una de las fases y los objetivos que persigue el proyecto y la intervención de Iberdac. Nuestra metodología propia de intervención realiza "trajes a medida" que incluyen las siguientes fases.

 

Fase de diagnóstico, el Análisis

Objetivo: Identificar áreas críticas y oportunidades de mejora. Se parte del trabajo realizado por nuestro equipo de analistas tras una semana en las instalaciones del cliente.

  • Evaluación profunda. No nos quedamos en la superficie, analizamos la empresa desde diferentes prismas y en muchas ocasiones nos damos cuenta de que el empresario llega a desconocer algunos procedimientos que se venían llevando en la empresa por el simple hecho de ser rutinarios.
    • Escuchar: no es solo oír al empresario, sino escuchar sus inquietudes, saber cómo ha llegado hasta aquí.
    • Observar: debemos conocer el ‘campo de batalla’ y cómo se ha llegado hasta aquí.
    • Cuestionar: preguntar el porqué de las cosas, “porque siempre lo hemos hecho así.”
    • Analizar: los datos que se disponen deben reflejar la realidad, y en muchas ocasiones no ocurre, debemos conocer la “partitura de la canción.”
    • Valorar al equipo: debemos conocer las personas claves de la organización y su grado de implicación en el proyecto.

 

Fase de Planificación

Objetivo: Desarrollar estrategias basadas en el análisis realizado para alcanzar las mejoras.

  • Definición de objetivos: Establecer los hitos a alcanzar. Por ejemplo, aumentar la rentabilidad en un 10% en el próximo semestre.
  • Programa o planning: Crear un “roadmap” detallado sin centrarse en la implementación de herramientas de software como ERP y CRM para mejorar la gestión operativa. Antes de invertir en herramientas de elevado coste de implementación y de aprendizaje, es mejor detectar la realidad de la empresa y testarla con los nuevos procedimientos sin la dependencia de determinadas herramientas.
  • Asignación de recursos: Determinar la asignación de recursos humanos y económicos, pero también llegar a considerar el uso de fondos europeos para digitalización y sostenibilidad y aprovechar esa vía, puede ser beneficioso.
  • Análisis de riesgos: Identificación de posibles obstáculos como fluctuaciones del mercado o cambios en la legislación laboral. Hay que tener todos los aspectos controlados, cuantas más variables identifiquemos, mejor y más acertada será de predicción futura.

Fase de Desarrollo, Implementación y Supervisión

Objetivo: Ejecutar las estrategias y planes definidos en los pasos anteriores.

  • Desarrollo de las acciones: Debemos establecer aquellas acciones para aquella organización en particular, ninguna empresa es igual que otra, no sirve el copiar y pegar, cada empresa se le debe hacer un ‘traje a medida’, ya que las personas, clientes, proveedores y colaboradores que la forman la hacen diferente.
  • Puesta en marcha: Implementar las acciones es el punto más importante en un proyecto, nuestros profesionales tienen la habilidad de saber cómo encajar dentro de cada organización para que la acción se pueda poner en marcha. Se han producido muchos fracasos con grandes programas de gestión que no se han sabido poner en marcha, no el mejor chofer es aquel que tiene el mejor camión, sino el que mejor sabe llevarlo.
  • Gestión de procedimientos: Documentamos todo lo que hacemos, debe quedar claro, no solo transmitimos lo que vamos a hacer, sino que hacemos que se documente “negro sobre blanco”, si no está escrito no existe.
  • Comunicación continua: Nuestros profesionales no deben solo hablar bien y transmitir, sino que deben saber obtener el ‘feedback’ del cliente, y en muchas ocasiones el cliente no se manifiesta abiertamente, somos una sociedad que no está acostumbrada a realizar críticas, y debemos ser críticos con nosotros mismos, si no lo hacemos bien, se lo debemos transmitir al cliente, y debemos buscar siempre la mejora continua, siempre lo podemos hacer mejor, y así lo debemos transmitir con la supervisión de los proyectos, desde el principio hasta el final.
  • Adaptación y flexibilidad: Debemos ajustarnos a la empresa, y no la empresa a nosotros, es importante saber ponerse en “zapatos de otro”, para poder trabajar a su ritmo y en su campo.

Mira los que dicen de Iberdac

 

Fase de Evaluación y Cierre

Objetivo: Consolidar los resultados y asegurar la sostenibilidad de las mejoras. Venimos, analizamos, intervenimos y nos marchamos con el trabajo realizado. No os contamos el libro, os enseñamos a leer vuestro propio cuento. La idea es que la empresa adquiera soberanía y sea autónoma, no generar la dependencia de un equipo de consultores.

  • Evaluación final: Revisión exhaustiva del cumplimiento de los objetivos. Añadir, por ejemplo, un análisis de retorno de inversión (ROI) puede mostrar el impacto económico del proyecto.
  • Lecciones aprendidas: Documentar aprendizajes y mejores prácticas. Esto es crucial para futuros proyectos internos y la continua mejora de los procesos.
  • Cierre formal del proyecto: Realizar una reunión de cierre con todas las partes interesadas y preparar un informe final detallado.
  • Opinión del cliente: solicitamos al cliente una valoración de los trabajos desarrollados con el objetivo de seguir mejorando nuestro servicio.

 

Fase de Seguimiento y Control

Objetivo: Asegurar el cumplimiento de los objetivos y no abandonar al cliente a su suerte. Para que los problemas no vuelvan a reproducirse, es importante conocerlos, detectarlos, eliminarlos y aprender a anticiparlos.

  • Indicadores: Establecer métricas claras como la tasa de crecimiento de ventas, reducción de costos operativos y satisfacción del cliente, por ejemplo.
  • Revisión periódica: Evaluaciones de seguimiento para revisar el progreso. La idea es controlar la eficiencia operativa.
  • Informes de progreso: Documentar y comunicar los resultados a los directivos. El uso de dashboards interactivos puede facilitar esta tarea.
  • Propuestas de mejora: Transmitir aquellas acciones que son necesarias en caso de desviaciones significativas del plan original.

 

Un proyecto de consultoría profesional y experto, bien estructurado y basado en un enfoque técnico y analítico, transforma significativamente el rendimiento de la empresa. Al seguir estas fases, las empresas no solo mejoran su eficiencia y competitividad, sino que también se preparan para enfrentar los desafíos del entorno económico y competitivo a corto y medio plazo.

En Iberdac llevamos ya más de 20 años trabajando codo a codo con los empresarios que quiere afrontar un cambio en la dinámica de la empresa o que consideran que ha llegado el momento de diseñar un relevo generacional o simplemente, saber el valor de su empresa para abrir un proceso de compraventa. Si te sientes identificado/a, ponte en contacto con nosotros. Nuestro departamento de expertos atenderá tu solicitud y nos pondremos en contacto contigo para darte una valoración y mostrarte cómo podemos llevar una solución a tus inquietudes.  

 

 

 

Nueva llamada a la acción

 

 

Creado por: Iberdac Jul 25, 2024 11:36:21 AM
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Topics: Metodología Iberdac

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