Un negocio escalable es aquel que puede crecer de forma sustancial sin la necesidad de realizar inversiones importantes. Si bien todos los negocios necesitan un cierto nivel de inversión, algunos modelos de negocio permiten que el ritmo de crecimiento de la empresa sea mayor que el de sus necesidades de inversión.
Por qué es importante la escalabilidad
Un negocio escalable proporcionará más beneficios, porque el empresario no debe reinvertir en la empresa una parte sustancial de sus beneficios obtenidos. Uno de los criterios de inversión por el que se miden las start ups es la escalabilidad; las empresas exitosas con esta característica pueden aportar muchos beneficios a los inversores iniciales, permitiéndoles compensar las pérdidas originadas por otras inversiones efectuadas en empresas no exitosas.
Cuanto mayor productividad se obtenga de las inversiones efectuadas, más escalable es la empresa y más beneficios se obtendrán de las inversiones efectuadas. La gestión a realizar por el empresario es que las partidas de su balance crezcan a un ritmo inferior al de sus ventas. En caso contrario, aunque su negocio le proporcione una alta tasa de beneficios, estos estarán reinvertidos en las diversas partidas del activo.
La mayoría de los empresarios de las pymes no plantean lanzar una start up, pero sí pueden utilizar los criterios de escalabilidad para hacer que su empresa necesite menores inversiones para crecer y genere un flujo de caja mayor. Siguiendo el orden de las partidas del balance, podemos analizar qué puede hacer la empresa para aumentar su escalabilidad.
Estrategias para minimizar la inversión
La minimización de las inversiones se lleva a cabo consiguiendo que las partidas del activo crezcan por debajo de la tasa de crecimiento de la empresa. Los planes de acción se llevan a cabo en las siguientes partidas:
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Terrenos y construcciones
Frecuentemente el empresario adquiere naves industriales y oficinas siguiendo una estrategia de aumentar su patrimonio personal, como un depósito de seguridad que le asegure la jubilación y la creación de un patrimonio familiar. Es un objetivo loable, siempre que no cree tensiones en tesorería con la actividad normal de la empresa. Para nuevos negocios, es aconsejable usar la opción del alquiler. Para negocios consolidados, debe contemplarse la creación de turnos de trabajo adicionales (tarde, noche, fin de semana), con el fin de obtener el máximo rendimiento del local, instalaciones y maquinaria. Debe valorarse si pueden externalizarse aquellas actividades productivas que más capital consumen y que no sean estratégicas. -
Almacenaje de materias primas, materiales en curso y producto acabado
El almacenaje consume muchos recursos. El coste del producto almacenado, el del espacio que ocupa y las instalaciones necesarias para mantenerle en las condiciones adecuadas. El empresario debe valorar si, para el mismo volumen de compra anual, el ahorro de costes generado por realizar unos pocos grandes pedidos compensa los costes de almacenamiento. En algunos productos puede ser necesario realizar compras de grandes cantidades (especialmente en esta época de precios inflacionarios e incertidumbre del suministro por escasez de la oferta), pero en determinados productos o actividades puede ser más conveniente comprar los productos cuando ya se ha efectuado la venta. El empresario debe tener en cuenta que uno de sus objetivos debe ser el minimizar la inversión requerida por su negocio. -
La deuda de clientes
La deuda de clientes es una de las grandes partidas de inversión del activo de una empresa. Su volumen no depende únicamente del empresario, sino también de los clientes y de la posición de dominio que estos tengan sobre la empresa. La gestión de la deuda de clientes es una de las áreas que habitualmente son susceptibles de mejora, tanto en lo que respecta a la deuda corriente como a la impagada. A medida que la empresa tenga menos dinero invertido en esta partida, más recursos dispondrá para otras necesidades. -
Tesorería
El dinero que la empresa tiene en el banco es una inversión que no rinde. Pero tener tesorería abundante proporciona una gran tranquilidad al empresario, especialmente en aquellos sectores que son muy sensibles al ciclo económico, como por ejemplo los fabricantes de bienes de equipo o empresas del sector de la construcción. De todas formas, habitualmente el empresario no hace evolucionar esta partida de forma proporcional a las ventas, sino que se mantiene estable una vez a alcanzado el nivel de seguridad definido.
Estrategias para conseguir financiación
Son las estrategias que se aplican sobre las partidas de pasivo de la empresa. En el pasivo, las partidas susceptibles de mejora son las siguientes:
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Deudas a largo plazo
Si bien la captación de fondos a través de deuda bancaria es una de las vías clásicas para reducir las necesidades de capital propio, el empresario debe evitar el endeudamiento excesivo: - En primer lugar, el que una empresa necesite abundante endeudamiento puede ser un síntoma de poca escalabilidad, es decir, que necesita muchos fondos para crecer. Antes de planificar la necesidad de endeudamiento, el empresario debe trabajar para minimizar las necesidades de capital.
- Tener un alto endeudamiento bancario a largo plazo hace a la empresa frágil. El endeudamiento representa un compromiso firme de pago durante un largo periodo de tiempo, que quizás las ventas del futuro no puedan asumir. Este tipo de endeudamiento debe ir dirigido a financiar inversiones de inmovilizado que ofrezcan una alta rentabilidad.
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Deuda de proveedores
Si la empresa no puede minimizar sus pedidos a proveedores, quizá pueda disponer de un amplio plazo de pago. Algunas empresas del sector de la distribución de productos de gran consumo o de la construcción basan su modelo de negocio en tener unos plazos de pago dilatados hasta el exceso. Una pyme normalmente carece de la posición de dominio necesaria para obtener una fuente de financiación considerable en este ámbito.
Evolución del producto
Otra vía para aumentar la escalabilidad es modificar el producto. Según el tipo de producto que venda la empresa, esta podrá ser más o menos escalable. La evolución tecnológica y la ampliación de las necesidades del consumidor a las que se da cobertura permiten que el producto que vende la empresa sea escalable. Por ejemplo, un producto puede venir acompañado de un servicio de mantenimiento que consiste en software. La escalabilidad de un programa de ordenador es muy alta. Si la empresa consigue que el consumidor pague por un servicio de mantenimiento on-line, aumentará el grado de escalabilidad de la empresa.
Modelo de negocio
Algunos sectores, normalmente aquellos que exigen disponer de un número considerable de trabajadores para la prestación de un servicio, ofrecen la posibilidad de crear franquicias de la actividad propia, otorgando a terceros la posibilidad de explotar el modelo de negocio de la empresa en otras áreas geográficas. La franquicia traspasa al franquiciado la necesidad de acometer la inversión para el establecimiento del negocio en otras ubicaciones. Es una buena vía para conseguir escalabilidad del negocio franquiciador, aunque exige a la empresa estar muy preparada para que su modelo de negocio pueda ser una franquicia de éxito.
Resumen
Conseguir una alta escalabilidad no es fácil. Por ejemplo, poder subcontratar con éxito una parte significativa de la producción es un reto de primera magnitud. La empresa necesita de tiempo y esfuerzo para reducir sus necesidades de capital permanente. Debe tenerse en consideración el ámbito técnico y el financiero. Un buen sistema de contabilidad presupuestaria permite al empresario saber de antemano el impacto que tiene sobre su empresa las políticas de reducción de las necesidades de fondos que implante.
